Carta a mamá

El loop del tiempo y pensar en el eterno retorno, hicieron animarme de manera inconsciente a comenzar a escribir estas cartas de una de mis mayores inspiraciones a la hora de echar a volar la imaginación-. Un día como hoy, pero hace 72 años, era miércoles, exactamente como hoy, no había mercurio ni júpiter retrógrados, pero si tantas complicaciones, dolores y carencias de afecto. Que esto lo hago para sanar un linaje con la madre de mi abuelo, quien mal dijo a mi padre estando en el vientre de mi abuela. Quiero ser el hilo de oro y la aguja de cristal que borde esta herida que ha permanecido abierta durante generaciones, transcribiendo hitos e historias contadas de la boca de mi propio abuelo Willy, pero con un toque de amor hacia su madre, que sin duda fue una mujer a la cual le falto dulzura, tanto así que todos sus hijos y la gran mayoría de sus nietos, enfermaron de diabetes (en mis creencias holísticas, la diabetes es por falta de dulzura de la madre). Quiero crear un mundo paralelo donde la abuela lolo (la señora Dolores Quijada), fue una madre amorosa y llena de felicidad. Para poder así, de una vez por todas cerrar este capitulo de tanta carencia. Quiero creer en todas las historias que recuerdo de Willy y transcribirlas a mi modo, con el respeto y el amor eterno que le tengo a mi abuelo Edie Guillermo (tata Willy)

La carta escueta

Querida mamá: Han pasado tres meses desde que llegue a este lugar, prometí que te escribiría todas las semanas, pero la verdad, acá todo es totalmente diferente a como lo imagine, no quiero enfocarme en las cosas malas, como pasar hambre o frio, porque si lo he pasado. Prefiero contarte las cosas nuevas que he aprendido. Como a comer cosas que no me gustaban, debo decir que, prefiero tus pantrucas a la sopa misterio del regimiento. También quiero contarte que estoy aprendiendo a desfilar al compás del orfeón, nos quieren preparar bien, ya que la meta es desfilar para la parada militar, siento emoción al pensar en eso, porque sé que luego de ese día, faltara menos para regresar, extraño a mis hermanos, a la Ema, a nana y a julio. He llorado como cabro chico recordándolos, pero sé que el tiempo pasara rápido. He conocido personas con nombres muy curiosos, pensé que esos nombres solo existían en los libros, como Aladino, Temístocles, Doroteo, Timoteo, Armandon, Isófrino y tantos otros que te los iré escribiendo para recordarlos. espero todos esten bien, enviame alguna sopa de letra, las que traje ya me las comi.

Con amor Edie. 26 de marzo de 1952