lunes, 18 de enero de 2021

Carta abierta a un hijo amado e inesperado.

 

Hijo mío, te escribo sin dimensionar que creces en mi vientre, que ya tienes formadas todas tus extremidades y tu corazón late fuerte como el de tu padre. Te escribo sin la intención de que lo leas luego, sino para sacar todo este sentimiento que inunda mi corazón. 


El día que supe que vendrías tenía en mi cabeza una gran confusión, a lo largo de mi vida he aprendido que las decisiones importantes se toman con el corazón y es por eso que con tu papá hablamos del amor, del amor que tenemos y del fruto que salió, sin duda que fue algo hermoso, tan hermoso que le salió corazón propio, fuerte y latente como la erupción de un volcán, como la corriente de un río, como en canto de un zorzal, por eso mirando la naturaleza donde fuiste engendrado tu nombre llegó a mi oído, con un sonido inesperado,

Lautaro retumbó, una y otra vez en mi corazón. 

Fue especial aquel día que con tu papá decidimos tomar un camino complicado, sabiendo que habrían días buenos y otros malos, nos aventuramos simplemente porque ya te amamos, sin saber tus gustos, tu personalidad, tus ambiciones, porque de eso se trata ser y sentirse amado, sin esperar nada de ti, ya tienes nuestro corazón en tus pequeñas manos. 

Quiero que sepas que si bien tu presencia es inesperada, no tendría la valentía de perderte, o cuartar tu llegada. 

Y esa será tu primera lección vida, 

luchar por el derecho a elegir de manera comprometida, en cualquier decisión tú tienes la libertad de elección. 

porque no todos llegan a un lugar donde solo plumas lo cubrirán , tu tendrás la fortuna de contar con una mamá y un papá que te amaran pese a la tempestad que se pueda afrontar. 


Es por eso Lautaro eres un niño inesperado, pero eres sin duda el más amado. 

Crece feliz y contento que nosotros te daremos el sustento, se inteligente y tierno, aunque el futuro sea incierto, todos somos inexpertos y la dulzura es el mejor bálsamo al alma y así quitar toda armadura de amargura. 


Deseo que seas feliz sin importar tus decisiones y tu forma de ser. 

Me aterra un poco al mundo que te vine a traer, pero prometo darte herramientas para seas fuerte y sagaz, 

Así luches por tu justicia y tu paz. 


Todo esto te lo desea tú madre, tu inexperta madre. 

Catalina.